Con este frío que pela igual estáis pensando en poner algún tipo de calefacción de apoyo, porque con tu sistema habitual igual no llegas a todas las estancias. En este post os vamos a explicar qué es la calefacción de apoyo. Mucha gente lo confunde con el término sistema de calefacción. Un sistema de calefacción es aquel que elegimos para climatizar edificios, casas, oficinas, colegios. Estos sistemas pueden ser calderas de gas natural, gasóleo, bomba de calor, biomasa o por emisores térmicos o acumuladores eléctricos.
La calefacción de apoyo es aquella que utilizamos, a parte del sistema que tengamos en nuestra casa, para complementar a éste en una estancia determinada (habitación, salón, baño,...).
Los más populares son las clásicas placas eléctricas, braseros, termofluidos más conocidos como radiadores de aceite y los convectores. Las características más relevantes de este tipo de calefacción es que son muy efectivos y rápidos porque con sólo enchufarlo alcanza la temperatura deseada en pocos minutos.
Os explicamos brevemente los más populares:
Placas radiantes: Emiten calor al instante por radiación, al igual que el sol, transmitiéndose directamente a las personas, objetos y paredes de la habitación. Incorporan en su interior una placa esmaltada con un circuito impreso de aluminio y un avanzado diseño, la cual es capaz de producir una alta radiación calorífica. Con este tipo de calefacción de apoyo se minimizan las pérdidas del calor a través de las ventanas, dado que las radiaciones no traspasan el cristal. De esta manera, se obtiene el mismo confort con una temperatura del aire inferior, lo que proporciona un calor más sano.
Termofluidos: Más conocidos como radiadores de aceite. Cuentan con una resistencia eléctrica de acero que transmiten calor a un aceite especial, llamado vaserol. Por su gran inercia térmica mantiene el calor durante mucho tiempo. Lleva un termostato para lograr un temperatura constante. No producen gases ni humos. Se recomienda su uso en casa con niños y animales.
Convectores: Funcionan mediante una resistencia eléctrica de baja temperatura que calienta el aire frío que entra por su parte inferior del aparato y lo expulsa por la parte superior, ofreciendo calor ultra rápido regulado mediante un termostato con dos o tres potencias.
Esperamos que con este post hayamos resuelto vuestras dudas y que lo tengáis en cuenta a la hora de decidiros por uno u otro.
Haverland
