Diferentes universidades han hecho estudios sobre calefacción afirmando que ésta engorda. En éstos hay cosas ciertas, pero la verdad es que lo que engorda, desde nuestra opinión, son los hábitos que cogemos los seres humanos a lo largo de nuestra vida.
Según estos estudios cuanto más alta es la temperatura de una vivienda, más peso extra podrías estar sumando. La explicación parece fácil de entender. En la actualidad nos vemos tan poco puestos al frío que ya no tenemos que quemar calorías para mantener nuestra temperatura corporal normal (36º-37º).
El sendentarismo podría ayudar a explicar la presente epidemia de obesidad a través de dos factores:
- Nuestro organismo no tiene tanta necesidad de activar mecanismos fisiológicos que requieren gastos de calorías para elevar la temperatura corporal.
- Al movernos menos dejamos de gastar calorías que consumiríamos con la actividad física.
Antes la gente caminaba más para trasladarse de un lugar a otro, mientras que ahora cogemos el coche para ir a un sitio que andando tardarías diez minutos o, el simple hecho de hacer la compra por internet en lugar de ir al supermercado y hacerla nosotros.
Estos hábitos de acomodamiento nos hace engordar, pero ¿la calefacción engorda? o ¿lo qué realmente nos hace engordar es nuestro sedentarismo?. El estilo de vida actual hace que la población necesita menos calorías para mantener la temperatura corporal y su ingesta calórica no ha disminuido proporcionalmente. Consecuencia: el exceso de peso que estamos teniendo.
Dieta mediterranea recomendada |
Habría que ir pensando en retomar los hábitos que hacen bien a nuestros organismo. Déjate de poner la calefacción a 25º y baja su temperatura hasta 21º-22º que aparte de bajar los niveles de la factura de la luz, es la temperatura que recomiendan los médicos. Haz ejercicio y cuida tu alimentación, somos lo que comemos.