En ocasiones la gente opta por decorar de una manera u otra los radiadores de determinadas estancias de casa o de la oficina. Hoy os vamos a mostrar alguna de ellas a ver que os parece.
Existen varias formas de cubrir un radiador, como ponerle una cortina de tela o flecos para que no disminuya su rendimiento, que suele ir pegada a un soporte en la parte superior que se puede utiliza como repisa. En otras ocasiones los hay que los camuflan dentro de un cajón de madera o metal con una rejilla para que el calor pueda salir. Incluso hay gente que los encastra en estanterías para optimizar el espacio.
Cubre radiador de metal. |
Otros prefieren dejar que el radiador de la cara y se decantan en pintarlo, bien del color de la habitación o de diferente color para resaltarlo más y utilizarlo como elemento de decoración. Esta opción, como dicen la revista micasa es una opción bastante acertada ya que se integran en la decoración y no disminuye su eficiencia a la hora de la emisión del calor.
Foto cedida por la revista micasa |
Si os decantáis por pintarlos os aconsejamos que os informéis primero del tipo de pintura que hay que utilizar ya que os podéis encontrar con algún problema, como la emisión de olores tanto en el proceso de pintado como en el encendido de la calefacción. Cada vez que se encienden los radiadores pintados con pintura disolvente, el calor provoca un olor desagradable durante largos periodos de tiempo. Por este motivo se recomienda utilizar pintura para radiadores en base de agua que no evapora disolventes dañinos para el medio ambiente, ni emiten olor.
La pintura para radiadores es termoplástica, lo que significa que dilata y contrae con los cambios de temperatura. Esto la convierte en el mejor recubrimiento para resistir variaciones de temperatura en el radiador.
Haverland
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