Aislamiento térmico

El aislamiento térmico es un material usado en construcción e industria con alta resistencia térmica. Éste evita las fugas de calor y los puentes térmicos. Se consigue mediante técnicas específicas de construcción y el uso de materiales aislantes que se colocan en la cara exterior, el la interior o en el interior del propio muro con el fin de incrementar la capacidad aislante total del mismo.

Uno de los mejores aislantes térmicos es el vacío, donde el calor sólo se transmite por radiación, pero la dificultad para obtener y mantener condiciones de vacío se emplea en muy pocas ocasiones.

Con la nueva ley de eficiencia energética los aislantes térmicos están a la orden del día. Os mostramos los que más se utilizan:

• Espuma de poliestireno expandido
• Espuma de poliuretano
• Espuma de poliuretano extruído
• Espumas flexibles
• Lana mineral
• Vidrio aislante

Un edificio está básicamente configurado por una estructura, una envolvente e instalaciones interiores (calefacción, agua, iluminación,...). Para poder conseguir un ahorro energético las condiciones de confort en el interior han de ser las adecuadas.

Con la rehabilitación energética se pretende la mejora de la envolvente térmica para conseguir disminuir el consumo energético en la vivienda, garantizando unas condiciones de confort en el interior, tanto térmico como acústico.

• VENTAJAS DEL AISLAMIENTO TÉRMICO EN UNA VIVIENDA

- Disminuye las emisiones de gases como CO2, como los que emiten calderas como carbón y gas. Reduciendo de esta manera la emisión de gases con efecto invernadero.

-Aislar fachadas, cubiertas, suelos, techo... es una gran ventaja que tenemos si queremos vender o alquilar la casa ya que incrementa su valor.

-Optimiza el rendimiento de las instalaciones porque el aislamiento evita pérdidas energéticas en las redes de distribución.

-El coste del aislamiento se amortiza en un corto periodo de tiempo (de 3 a 5 años) y no necesita mantenimiento durante la vida útil del edificio.

Para terminar decir que el aislamiento es una de las medidas más sostenibles en los edificios. En la edificación el aislamiento cumple tres requisitos: ahorro de energía (esto va seguido de un ahorro en nuestras facturas), disminuye las emisiones de CO2 y aporta más confort a los habitantes de una vivienda.


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